3 lugares típicos para comer en Budapest barato

Budapest posee una gastronomía muy peculiar con notables influencias rusas, germanas y judías. La de la carne de ternera, las salchichas y la omnipresente paprika (pimentón) son las bases de una cocina interesante que merece la pena descubrir. El pescado brilla por su ausencia, y en los pocos lugares que lo sirven los precios se disparan considerablemente. Eso sí, hay que tener muy en cuenta que en Hungría tienen bastante afición por el uso de picantes, aunque normalmente están presentes en salsas que se sirven aparte para que todo quede a gusto del comensal.

¿Dónde comer en Budapest barato?

Comer en Budapest es barato y existe una gran variedad de restaurantes para poder meterse de lleno en las excelencias de la cocina húngara. Aquí os dejo tres recomendaciones para poder conocer de cerca esta gastronomía sin gastarse mucho dinero y con un trato amable.

Puestos del Mercado Central de Budapest

El Mercado Central es uno de los puntos turísticos por excelencia de la capital húngara, pero también un excelente lugar para comer en Budapest barato. Se trata de un coqueto edificio cuya planta baja está repleta de puestos de comestibles (frutas, verduras, carne, bollería, etc.). Aunque por sus pasillos se puede ver a ciudadanos locales haciendo la compra, se trata de un espacio más enfocado al visitante y en él podemos comprar “souvenir alimenticios” como la paprika o el delicioso paté de oca.

La planta superior del Mercado Central está copada por las tiendas de recuerdos, salvo una pequeña zona dedicada al buen yantar. Se trata de puestos de comida repletos de los productos típicos húngaros, ya cocinados y que se sirven tras un pequeño golpe de horno o microondas. Justo enfrente hay unas mesas en las que podemos sentarnos a comerlos con una exquisita cerveza. No estaremos demasiado a gusto entre lo incómodo de los taburetes, el frío y el trasiego de gente, pero es una forma de meterse en ambiente.

Hay que atinar bastante porque, obviamente, algunos platos son mejores que otros. En nuestro caso, el primer día degustamos unas riquísimas “megasalchichas” rojas con patatas y una sopa de gulash (carne, pimentón y verduras). Pero en la última jornada que pasamos en Budapest no acertamos con una berenjena rellena y una salchicha recubierta por una masa demasiado empalagosa.

Algunos de los puestos hacen una especie de pizza típica de Hungría que tenía muy buena pinta y también podemos encontrar guisos más normales de pasta, arroz o carne.

💰 Precio medio por persona: 10-12 euros.

Fülemüle étterem

La comunidad judía de Budapest es muy numerosa y está muy integrada en la vida diaria de la ciudad. Personalmente tenía ganas de ir a restaurante judío en el que también se pudieran degustar algunas de las delicias de la cocina húngara. Por ello elegimos el Fülemüle étterem, ubicado en una oscura y estrecha calle no muy lejos de la Gran Sinagoga. La experiencia fue muy positiva tanto en la calidad de los platos como el trato.

Nos recibió una mujer mayor (entiendo que sería la dueña) que, como no sabía inglés, nos dejó en manos de una de las trabajadoras, que se mostró muy servicial. El restaurante es acogedor y tiene una amplia carta en la que se combinan platos típicamente judíos con otros húngaros. Para probar ambos nos decantamos por un impronunciable Vadas marha zsemlegombóccal, que es una especie de albóndigas con carne de ternera, acompañadas de una salsa de salchichas muy buena. Por otro lado pedimos el tradicional gulash, pero esta vez no en sopa como en el Mercado Central, sino en seco y presentado con unos pequeños gnocchi.

De postre no había mucha variedad y pedimos uno que tenía algo de manzana con algo parecido a unos cilindros de pasta calientes y un brownie de chocolate con nata.

💰 Precio medio por persona: 20 euros.

Hummus Bar

Justo al lado de la Gran Sinagoga se encuentra el Hummus Bar, un establecimiento con aspecto de restaurante de comida rápida, pero que cuenta con una gran reputación y ofrece unos platos muy apetitosos y a un precio ajustado para comer en Budapest.

Posee una amplia carta de sándwich, sopas y su especialidad, los platos con hummus. Esta pasta, muy típica de las cocinas judía, árabe y griega, está hecha con garbanzos, zumo de limón, aceite de oliva y, en el caso de Hungría, la recurrente paprika. En cada uno de los guisos, el hummus se acompaña con algún tipo de carne o vegetales. Nosotros nos inclinamos por el shawarma de pollo (la carne de los kebab para que nos entendamos).

💰 Precio medio por persona: 12 euros.

Como veis, comer en Budapest es una prueba gastronómica distinta y seductora. Nada que ver con las excepcionales cocinas española o italiana, pero sí un experiencia que no se puede dejar de atestiguar si se viaja a la capital húngara.